Desfiles escolares, herencia militar |
Muchos peruanos adultos de hoy recuerdan con
nostalgia su vida escolar, incluyendo las clases de formación pre militar, las
sesiones de tiro y los desfiles escolares que el 27 de julio buscaban que
imitar al de los militares el 29 de julio. Sé que muchos argumentan que esas
actividades los disciplinaba y trasmitía una particular emoción
cívico-patriótica. No quiero pelear con las emociones y recuerdos idealizados
de nadie. Solamente quiero discutir la presunción de que los procedimientos
típicos de los militares adultos en un cuartel a cuyo rigor se someten
voluntariamente, sean los que mejor encarnan las conductas propias de la
civilidad en la escuela, especialmente en un país como el Perú que ha visto
interrumpida tantas veces su vida democrática por golpes militares. Así mismo,
la presunción de que la mejor manera de disciplinar a un niño es tratándolo
como a un soldado. Por último, que se asuma automáticamente que la disciplina y
valores cívicos que emanan de la formación pre militar y los desfiles escolares
sean una garantía de patriotismo y peruanidad. Dicho sea de paso, si fuera
cierto que la existencia de esa formación escolar pre militar tiene impacto en
el civismo y patriotismo de los peruanos, ¿cómo se explica que el Perú sea un
país tan errático, indisciplinado, caótico y poco orgulloso de su peruanidad,
estando gobernado por autoridades que en su época escolar todas tuvieron esa
formación?.
Instrucción Pre militar el las I.E. en el debate |
¿Qué puede responder a aquellas personas que
opinan que una instrucción pre militar en los centros educativos tienen la
virtud de trasmitir disciplina y valores cívicos?
Montesinos, Hermosa Ríos, Villanueva, Huamán,
Martín Rivas, Fujimori, y la mayor parte del liderazgo militar y civil corrupto
y trasgresor de los intereses de la patria han tenido cursos de Instrucción Pre
Militar en el colegio y aquellos que son militares luego han marchado y
desfilado cientos de horas en sus entrenamientos y actividades durante el servicio
militar. ¿Garantizó eso su calidad ética, su amor a la patria? La disciplina
cívica, los valores y el amor a la patria no se juegan en el trato militar que
se les da a los alumnos
Por razones históricas vinculadas al impacto
educacional de los sucesivos gobiernos militares, el Perú se convirtió en uno
de los pocos países democráticos que incluyó la instrucción pre militar y los
desfiles escolares en su currículo escolar. Sin embargo, en estos tiempos de
fortalecimiento democrático y revisión del rol de las Fuerzas Armadas en el desarrollo
del país, bien vale la pena revisar qué sentido tiene todo esto.
Gallardetes motivo de rivalidades |
En mi opinión en un país que está buscando
que fortalecer su ciudadanía deliberante y su cultura democrática, no podemos
seguir pensando que la Formación Pre Militar y el desfile escolar militarizado
sean las mejores maneras de expresar la emoción patriótica por la Independencia
del Perú. Una cosa son las actividades de los militares adultos que asumen
voluntariamente el rigor de la formación militar como parte de su formación
profesional, y otra las actividades propias de una escuela. Nada más lejano a
la moderna pedagogía que concebir a los directores como generales, los
profesores como comandantes y los auxiliares como suboficiales a quienes los
estudiantes deben la obediencia de un soldado. En nuestros tiempos, lejos de
afirmar el autoritarismo y la represión escolar, los maestros debieran educar
hacia el respeto a la individualidad, la confrontación de ideas, la libertad
del pensamiento y sobre todo el juicio ético previo a cualquier acción, lo cual
no es característico de la demanda de obediencia a consignas y jerarquías
propias de la disciplina militar, a cuyo rigor los militares adultos se someten
voluntariamente.
La escuela debiera estimular a los profesores
y alumnos a expresar las conductas y expresiones patrióticas propias de la
civilidad. Es decir, en lugar de exaltar la marcialidad, rigidez y solemnidad
de un desfile militar, debería expresar la alegría, frescura, diversidad e
informalidad de una juventud civil sana y motivada hacia lo peruano.
Alternativas no faltan y las ha sugerido el Ministerio de Educación:
pasacalles, festivales artísticos, exposiciones, actividades culturales,
eventos deportivos y recreativos, etc.
Por mi parte felicito al Ministerio de
Educación porque ha dejado establecido que el desfile escolar no es
obligatorio, por lo que ningún colegio puede ser obligado a asistir a los
desfiles escolares. Los padres tienen que hacer escuchar su punto de vista.
Aquellos que por razones tradicionales quieran continuar con su desfile, no
pueden consumir más de 20 horas de clases en los ensayos, de acuerdo al decreto
supremo 007. Así mismo es bueno que se haya eliminado la competencia entre
colegios, que no solo es arbitraria, sino que desdice la idea de que todos
somos parte de un festejo en el que no tienen porqué desarrollarse rivalidades
ni tampoco producir ganadores y perdedores.
Expresiones culturales peruanas deben reemplazar desfiles |
La escuela debe ser un microcosmos que
muestre a los alumnos cómo quisiéramos que sea la sociedad adulta y cómo
esperamos que se relacionen entre sí y se expresen los ciudadanos. Si es así,
los desfiles escolares militarizados deberían abrir paso a nuevas y más ricas
expresiones del compromiso cívico con lo peruano, y los municipios debieran
girar del auspicio de tales desfiles a las celebraciones propias de la
civilidad. Si los espacios educativos de la civilidad no son capaces de
disciplinar y formar cívicamente a los alumnos sin apelar a los estilos
militares, mejor cerremos los colegios.
Por: León Trahtemberg.
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